LA
IMPORTANCIA DEL NIVEL INICIAL EN LAS TRAYECTORIAS EDUCATIVAS.
Se considera que la primera infancia es un período
clave en la historia de cada niño, y genera huellas relevantes para su
trayectoria personal y educativa futura. Es la etapa en donde se sientan las
bases del desarrollo cognitivo, emocional y social que dan lugar a la
estructuración de la personalidad de los sujetos.
En este sentido, se afirma que la incorporación
temprana de los niños al sistema educativo, y con buenas experiencias
educativas, se constituye en uno de los factores con incidencia más
favorecedora.
El Nivel Inicial, desde una finalidad esencialmente
pedagógica, promueve el aprendizaje constante de saberes que permiten
acrecentar el campo cultural de los niños a fin de que puedan desenvolverse
dentro de la vida social, recuperando aprendizajes previos y promoviendo la
construcción de nuevos conocimientos que se profundizan a lo largo de la
trayectoria educativa.
El inicio temprano de la trayectoria educativa de
los niños en el Nivel Inicial genera mejores experiencias en relación con el aprendizaje,
encontrándose notables diferencias entre aquellos niños que comienzan su
escolaridad a los 3 años, y quienes lo hacen a los 4 o 5 años.
El
enfoque de la Educación inclusiva.
Reconocer diferentes formas de acceder al
conocimiento, supone cambios y flexibilizaciones en los entornos de
aprendizajes, enfoques, estrategias, modos de evaluar, contemplando los
distintos modos de aprender.
La educación inclusiva implica que todos los niños
de una determinada comunidad aprendan juntos, en espacios comunes y en el que
cada sujeto necesite, con el fin de desarrollar al máximo sus posibilidades,
teniendo en cuenta sus condiciones personales, sociales o culturales.
La Dirección General de Cultura y Educación sostiene
y promueve la construcción de prácticas educativas inclusivas en todas las
escuelas del sistema educativo, asegurando el derecho a la educación de los
estudiantes con discapacidad, ya sea temporal o permanente, en todos los
niveles y modalidades, desde un accionar signado por la corresponsabilidad.
La inclusión, en términos de derecho, contiene a
todos los sujetos, por lo cual requiere de dispositivos institucionales y
áulicos que, mediados por el diseño de configuraciones didácticas y de apoyo, y
el trabajo corresponsable de los niveles y modalidades, brinden variadas
herramientas y estrategias para garantizar la educación inclusiva de los
estudiantes en situación de discapacidad cuando así lo requieran.
La Unesco define “Educación inclusiva” como:
“Estrategia dinámica para responder en forma proactiva a la diversidad de los estudiantes
y concebir las diferencias individuales no como problema, sino como
oportunidades para enriquecer el aprendizaje” (Unesco, 2008).
Desde esta perspectiva, fortalecer el trabajo
colaborativo y corresponsable como una de las principales estrategias
organizacionales resulta necesario para personalizar las propuestas didácticas
y ofrecer distintas alternativas, diseñando los apoyos y configuraciones
pedagógico-didácticas que aseguren una educación de calidad para todos los
niños.
No hay comentarios:
Publicar un comentario