20 de
junio.
La sociedad y la escuela se detienen para recordar ciertas
fechas que resultan significativas por distintos motivos. Esta puede ser una
buena ocasión para discutir diferentes miradas y también para compartirlas con
los niños y las niñas más grandes del Jardín de Infantes.
El próximo 20 de junio se
cumplen 200 años de la muerte de Manuel Belgrano. La creación de la Primera
Junta de gobierno en mayo de 1810 fue seguida de un largo período de guerras.
En ese contexto, dos años después, Belgrano creó una bandera para distinguir a
las tropas de su ejército. Mientras tanto, en el fuerte de Buenos Aires seguía
flameando la bandera del imperio español. Belgrano informó a la Primera Junta
que había creado una nueva insignia para su ejército. La noticia no fue bien
recibida. El gobierno lo desaprobó y le ordenó que dejara de usarla, ya que un
ejército con bandera propia implicaba dar un paso hacia la independencia para
el que todavía no había suficiente consenso (Hubo que esperar cuatro años más, hasta 1816, para que el Congreso de
Tucumán declarara la independencia). Belgrano recibió la noticia camino a
Salta, donde se reuniría con el Ejército
del Norte. Se dice que al conocer la posición de la Junta, Belgrano ordenó
esconder unas banderas en una parroquia cerca de Macha, departamento de Potosí,
hoy Bolivia (Una de ellas se conserva hoy en el Museo
Histórico Nacional en la Ciudad de Buenos Aires).
En tiempos de Belgrano, la insignia que él imaginó no llegó a
flamear en todas las regiones que luego formarían nuestro país. Durante esas
décadas de guerras convivieron distintas banderas, a veces como expresión de
acuerdos y, otras, como expresión de conflictos. La identificación de los
habitantes de estas tierras con los colores celeste y blanco que hoy
representan a la Argentina no fue repentina ni espontánea. Al igual que la
construcción de la nación fue un proceso largo y conflictivo.
Parte de esta historia está narrada en el relato: ¡La bandera!... ¡Hay que esconder la
bandera! (Adaptación realizada
por Laura Spósito del relato ¡La bandera!... ¡Hay que esconder la bandera!3
en Zelmanovich y otros: Efemérides entre el mito y la historia; Ed. Paidós;
Buenos Aires; 1994) Se
trata de una ficción, debidamente documentada, inspirada en los acontecimientos
históricos de principios del siglo XIX entramados en la vida cotidiana de
aquella época.
Las generaciones mayores narran las historias a las nuevas
generaciones. La apuesta es a construir espacios en los cuales los adultos –
padres y madres, abuelos y abuelas, maestros y maestras, etc.- transmitimos las
historias a los más pequeños. Los niños y las niñas escuchan las historias
narradas como un modo de comenzar a formar parte de las historias colectivas y
en este proceso, asumen la posibilidad de apropiárselas y seguir
transformándolas. Hablamos de las historias en plural reconociendo que hay
múltiples historias que pueden y deben entrar al jardín y también, múltiples perspectivas.
¡La bandera!... ¡Hay que
esconder la bandera!
En la casa de Mariquita estaban
todos muy ocupados arreglándose para
ir a un festejo en la Plaza Mayor. Todos estaban muy apurados porque la
fiesta estaba por comenzar y todavía quedaban muchas cosas por hacer
antes de salir.
Mientras tanto su papá ataba los
caballos a la carreta y no paraba de caminar de un lado a otro buscando su
bendita galera, por otro lado su mamá parada frente al espejo, coqueteaba con
su abanico. Es que era un día muy especial y había que estar muy elegante.
Mariquita quería que alguien le
hiciera las dos trenzas y le pusiera las cintitas celestes y blancas. Ese era
su peinado preferido, pero todos estaban muy ocupados.
- Yo no puedo mi niña- le decía
la negra Josefa. – Tu madre me ha pedido que la peine.
Mariquita estaba desesperada,
iba a ser la única nena en la plaza que no tuviera sus dos trenzas con las
cintitas celestes y blancas.
Por suerte su abuela Rosa ya
estaba lista desde temprano y mientras tomaba unos mates se ofreció para
hacerle las trencitas.
- Vení Mariquita – le dijo, -
Vamos a mi cuarto, yo te peino.
Mariquita se fue al cuarto de
Doña Rosa y le dijo:
-Abuela, no entiendo por qué hay que arreglarse tanto para ir a la plaza,
¿tan importante es este día?
-Si, Mariquita – le dijo su
abuela – después de tanta lucha vamos a cambiar la bandera española por la
nuestra, celeste y blanca.
- Ay, tanto lío por eso? –dijo
Mariquita
-Y no es para menos. La bandera
es muy importante y además no fue
tan fácil tenerla. Pobre Don Manuel, tuvo que pasar tantas cosas por
defenderla…
-¿Qué? ¿Quién es Don Manuel
abuela? Cada vez entiendo menos.
- Don Manuel, Mariquita, es
Manuel Belgrano, él fue quien creó
la bandera.
- ¿Y para qué la creó abuelita?
-Ay… es una historia muy larga, pero te la voy a contar. En
esos años estábamos en guerra con los españoles quienes gobernaban nuestras
tierras. Ellos tenían una bandera en cambio el ejército que dirigía Don Manuel
Belgrano no tenía una bandera. Tras que los pobres soldados tenían toda la ropa
sucia y rota, y andaban caminando día y noche, no tenían ni siquiera una
bandera a la que defender como tenían los españoles. A pesar de todo, lucharon
contra los enemigos para que nuestras tierras fueran libres. En estas peleas a
veces ganaron, otras perdieron, pero siempre intentaron lo mejor.
-¡Pobres!- dijo Mariquita. ¿Y
por qué no se inventaban una?
-¡Claro! Eso es lo que pensó
Don Manuel. Tener una bandera propia sería muy
bueno. Entonces mandó a Buenos Aires a hacer una celeste y blanca. Y se la mostró a sus soldados, quienes estuvieron muy contentos y prometieron defenderla
siempre siempre. Pero había un problema…
-¿Qué problema abuela?
-Los gobernantes no estuvieron
de acuerdo con lo que había hecho y se enojaron mucho con Don Manuel. Entonces
le mandaron una carta para que hiciera desaparecer esa bandera.
-Uy.. ¿Y dónde la escondió?
-Acá viene la cosa m´hijita…
Cuando la carta llegó al lugar donde estaba Don Manuel, él ya se había ido con
todo su ejército para otro lado a
seguir luchando, así que no se enteró que el gobierno estaba desconforme con
este tema de la bandera.
-¡Ay qué suerte! Así que Don Manuel siguió viaje con la bandera.
-Claro, siguió nomás hasta que
llegó a Humahuaca, un lugar muy lejos de aquí y ahí otra vez sacó la bandera y la enarboló.
-La enarbo… qué???- preguntó
Mariquita con cara de no entiendo nada mientras se miraba en el espejo para ver
cómo iba quedando su peinado.
-La enarboló Mariquita,
e-nar-bo-ló. Quiere decir que la izó, que la puso en el mástil y ahí flameaba
con el viento frente a todos los soldados que la miraban con mucho respeto. Y
por suerte había un curita cerca y la bendijo.
-Ay abuela, no entiendo nada,
primero que la enarbo no sé cuánto…
¿Bueno y cómo termina la historia?
-Bueno, la cuestión es que el
gobierno volvió a mandarle la carta a Belgrano y esta vez sí la recibió. En la
carta le decían que hiciera desaparecer esa bandera y Belgrano les hizo caso,
pero no tanto, porque no la hizo desaparecer sino que se la guardó…
-¿A dónde abuelita?
-No se sabe Mariquita, nunca se
supo dónde la guardó…Pero por suerte hicieron otras y ahora en la plaza vamos a
ver una… Bueno, miráte, mirá qué linda que estás con tus trenzas… ¿Vamos? Tanto
cuento, tanto cuento que ya se hizo
medio tarde…
-Sí, ya estoy escuchando los
gritos de papá, vamos antes de que nos dejen
abue…
Y así Mariquita y su abuela se
fueron para la plaza…
Celebrar el Día de la bandera puede ser también una buena
oportunidad para que niñas, niños y adultos conversemos acerca de: ¿en qué
ocasiones está presente la bandera argentina en la actualidad?, ¿qué otras
banderas nos representan?, ¿qué simboliza la bandera argentina para cada uno de
nosotros?, ¿qué otras cosas nos hace sentir que somos parte de un mismo país?
Las sociedades están formadas por grupos de personas muy distintos con costumbres, ideas,
lenguas, formas de vida y creencias diversas. La bandera es un símbolo que -
como algunos otros- permite reconocernos en aquello que nos reúne siempre en el
marco del reconocimiento, la aceptación y el respeto por las diferencias.
Silvina
Feliz día de la Bandera a todo el jardín hermoso el trabajo de los pequeños y de las docentes!
ResponderEliminarFeliz día de la bandera!es hermoso como están trabajando las familias con los nenes desde casa. Felicitaciones!!
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