Aprendemos
con el monstruo de colores...
A través de un cuento que trabaja diferentes emociones: “El monstruo de colores” (tristeza, alegría, rabia, miedo, calma, amor), los niños y niñas aprenderán a través del juego a reconocer las expresiones que muestran las distintas emociones, así como los signos que nos permiten identificarlas en nosotros mismos y en los demás.
“EL MONSTRUO DE LOS COLORES.”
Esta es una secuencia de actividades
para niños y niñas que se quedan en
casa, que tienen ganas de compartir con otros y de conversar
sobre lo que sienten.
La idea es habilitar un espacio para
conversar sobre lo que nos pasa, un lugar para la palabra y las emociones.
Identificar las emociones y sentir empatia es algo que debemos abordar en este tiempo, en un trabajo en conjunto entre niños, niñas y adultos.
EL MONSTRUO DE LOS COLORES impulsa a trabajar desde la inteligencia emocional, en tanto es un recurso valioso para el abordaje del manejo de las emociones con los niños y niñas. Es un cuento sencillo que puede disfrutarse a partir de los 3 años de edad, siendo un excelente recurso hasta los 9 o 10 años, modificando las propuestas.
1) Comenzamos por conocer
este cuento de Anna Llenas, española, que ha sido traducido
a varios idiomas.
Si tenemos el cuento, nada mejor que leerlo en ronda a la
tarde o antes de ir a dormir… pero si no lo tenemos les dejo un
videito aquí:
https://www.youtube.com/watch?v=S-PTa20NNrI
También pueden leer el cuento desde aquí:
3) Cuando hayan terminado, se les pide que vengan a una ronda y van abriendo los tarritos o vasos, y van leyendo uno a uno cada tarrito. Se recomienda comenzar por tristeza o rabia y dejar para el final calma y alegría.
4) Armar una cartelera juntxs, con los dibujos de los tarritos, pegar los papelitos y van ampliándola en la semana, a raíz de nuevas situaciones que vayan surgiendo.
3) Palillos con
nombre.
Cada niño o niña tiene un palillo de madera que va a decorar a su gusto y que va a llevar su nombre escrito con marcador indeleble. Estos palillos pueden utilizarse para la actividad de Emociómetro, pero también para la votación para organizar situaciones cotidianas, para colaborar en la casa, etc.
4) El Emociómetro.
Cada día, en la tarde o hacia
la nochecita, realizar el “Emociómetro”. De qué se trata? De hablar de cómo se sienten hoy y por qué.
Para ello, y siguiendo el
cuento, imprimir (o dibujar) los cinco monstruitos. Y pueden colgarlos a todos de una tanza, o pueden hacerlos
como tarjetas, o como una rueda donde están
todos… las posibilidades son infinitas.
La idea es que antes de sentarse con el emociómetro, cada niño y
niña, ponga su palillo con su nombre
en el monstruito que identifica con la emoción del día.
Dos colaboradores adultxs son
los moderadores. Comienzan por “tristeza” o “rabia”
y toman los palillos de ese monstruito y preguntan:
-(nombre del niño/a), por qué te sientes triste/ calmado
(etc) hoy?
Luego de que el niño/a
responda, el/la moderador/a puede impulsar preguntas o comentarios:
- alguien quiere
decirle algo a ………….?
Y así hasta que todxs puedan comunicar cómo se sienten hoy.
Esta práctica es genial para
hacerla todos los días, tanto en esta cuarentena como
más allá de la cuarentena. Nos invita a estar juntxs y a hablar de lo que nos
pasa. Trabaja sobre la convivencia y
sobre el conocer al otro y ponernos en su lugar. Habilita la palabra y la expresión de lo que nos pasa, a la vez que
los demás pueden enriquecerla con sus
comentarios y/o preguntas.
Si no es posible realizarla diariamente, se pueden establecer días para el emociómetro, pero se sugiere no olvidarla una vez que se plantea e intentar sostenerla como parte de la dinámica de la casa.
5) El dado de la
emociones.
Es un juego, con la cantidad de
participantes que quieran, conviene no más
de cuatro. Pueden disponer de un tiempito específico para ello o trabajar en
grupos reducidos.
Cómo se juega? El juego comienza preparando el dado:
pintando los monstruos, recortando, armando
el cubo.
Es preferible reforzarlo con cinta adhesiva en todas las caras.
Un/a jugador/a tira el dado.
Sale una emoción. Debe contar en qué situación (en general, o
del día o de la semana) se ha sentido así.
6) EL TRABAJO INDIVIDUAL: y vos… cómo te estás sintiendo ahora?
En momentos dífíciles, que se suceden cotidianamente con
los grupos de niños y niñas, es necesario parar y habilitar la
atención, la palabra, el diálogo y por qué no, la ternura. A
veces simplemente hay quien puede sentirse escuchadx y aliviadx con una intervención
por demás sencilla.
El monstruo de los colores habilita a escuchar y a
conversar.
Es bueno tener esta
plantilla a mano para poder intervenir de forma individual con los niños y niñas, en ese momento en que leemos
que algo está pasando.
El simple hecho de destinarle un momento
solo a ese niño o niña donde es escuchadx en un lugar tranquilo, donde lx invita a pintar mientras conversan
suavemente, promueve no
solamente el vínculo sino que, si sostenemos estas propuestas, el pensarse desde otro lugar. Son experiencias
gratificantes que luego demandará cuando no se sienta bien y necesite expresar sus emociones aún cuando
todavía no sabe bien cómo. Es un
momento único de encuentro!
HAY
MUCHÍSIMAS ACTIVIDADES PARA HACER CON ESTE CUENTO, Y HAY MUCHO MATERIAL
PARA PINTAR Y DESCUBRIR. LO MÁS IMPORTANTE
ES ENFOCARLO DESDE UN LUGAR DE ESCUCHA, DE HABILITAR LA PALABRA DESDE LO
COLECTIVO Y LO INDIVIDUAL, EN CLAVE
DE DERECHOS.
ENSEÑAR A EXPRESAR LAS EMOCIONES DE FORMA ASERTIVA ES, EN
PARTE, COMENZAR POR ESCUCHARLXS, VISIBILIZANDO EL LUGAR DE IMPORTANCIA QUE
LOS NIÑOS Y NIÑAS TIENEN EN LA CASA.
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